Para mí la historia es una rueda, la inconsistencia es mi esencia dice la rueda, súbete a mis ruedas, si quieres, pero no te quejes cuando te lance a los abismos, los buenos tiempos pasan, pero también los malos, la mutabilidad es nuestra tragedia y también nuestra esperanza, los peores tiempos y también los mejores siempre están pasando

Boecio

domingo, 25 de mayo de 2008

Miedo a los Animales

23/05/08

Miedo a los Animales

Enrique Serna

Este libro presenta la cruda realidad de cómo funciona el aparato judicial y el medio cultural de un mundo imaginario llamado México. Esto se da mediante la narración de la vida de un hombre que se llama Evaristo, el cual era periodista que penetrará en los círculos intelectuales más exclusivos, para finalmente regresar desencantado con plena consciencia del país en el que habita.

La historia comienza cuando Evaristo ya tiene varios años de haber renunciado a los sueños de juventud y decide entrar a la policía judicial. Dentro de ella, intenta salvar a un periodista de una sección cultural, cuyos artículos contra el Presidente lo tienen en la mira de su jefe. Sin embargo, Roberto Lima, el rebelde articulista, es asesinado antes de que la judicial lograra hacer algo en contra. A partir de esto, el protagonista se convertirá en detective e irá en busca del criminal.

A lo largo de la novela nos encontraremos en dos ambientes que parecieran ser totalmente distintos, el de los intelectuales y el de la policía judicial, pero los cuales mostrarán por igual los conflictos sociales y políticos que conforman a la ciudad de México durante la década de los noventa.

Lo que pretendemos realizar en este ensayo, es una crítica de los aspectos principales que Enrique Serna trata en su libro “Miedo a los animales”. A través de un breve relato de la novela, analizaremos el punto a debatir implícito, para finalmente concluir con una reflexión que realizamos en equipo.

El mundo dentro de la policía judicial

Cuando Evaristo entra al mundo de la policía judicial, se encuentra trabajando para un comandante de la procuraduría: el comandante Maytorena, un personaje sumamente bien descrito, es el clásico cromañón como mucho poder que gusta de travestis, de alcohol (en cantidades abusivas), de cocaína, los negocios chuecos, la violencia y más que nada, abusar y maltratar a otros seres humanos (bastante parecido a otro personaje de la vida literaria: Galio y que sin embargo no dejan de asemejarse a personajes reales), un hombre que utiliza el poder que tiene, para hacer las más crudas fechorías; asesinato, robo, extorción, etc, y lo peor de todo es que inculpa a otros para lavar su nombre y el nombre de la institución, como es narrado en el libro, un caso donde este personaje roba un banco y le echa la culpa a la liga 23 de septiembre, ¿Cuántos abusos han realizado las autoridades y se ocultan en nombre de personas u organizaciones que nada tiene que ver? ¿Cuántos hombres en el poder no utilizan sus influencias para alterar la realidad a su favor? Y peor aún ¿Cuántas personas no se han quedado a medio camino en busca de la supuesta gloria y el poder?

Se presenta un mundo dentro del aparato judicial bastante oscuro y torcido, un mundo que funciona mediante la violencia y la extorción, teniendo como motor el compadrazgo, el amiguismo y las amenazas.

Actualmente no se han hecho cambios sustanciales dentro de este poder, lo cual confirma nuestras hipótesis sobre la asquerosidad y el cochambre social que existe dentro de la judicial hoy en día, como, seguramente jóvenes que buscan una oportunidad, bañados en sueños de grandeza e ilusiones son utilizados por “lobos humanos” con el único fin de enaltecer su riqueza personal y su nombre, no hay que olvidar que en estos ambientes no existen los amigos, solo existen los intereses.

La luz de la corrupción deslumbra a todo ojo

“Burocracia, burocracia, burocracia”, dentro de cualquier gremio hay burocracia, pero ¿burocracia para qué?, pues para posicionarse, ganarse un “gran lugar” como el que tenía Osiris Cantú, y como la burocracia es como es (así de impiadosa), incluye con mayúsculas, a la corrupción.

Así es como ocurre dentro de la novela; una corrupción que emana en dos partes: por una parte en el poder del estado, en este caso cuando Maytorena abusa de su autoridad para torturar a Vilchis, y por otra parte, Osiris Cantú dentro de su mundo intelectual, cuando vende droga, para poder posicionarse dentro de su universo intelectual.

“En este medio vales por las relaciones que tienes, para mi la droga es una forma de hacer amigos. Tengo una clientela de literatos que le meten de todo…Yo les evito el riesgo de un arañón y ellos me dan apoyo… Apoyo para mi carrera. En la literatura y sobre todo en la poesía no eres nadie si tus colegas te ignoran. Necesitas un palomeo del establshment o quedas como un poeta del montón” (pp.144)

Es muy claro el caso de corrupción en la situación de Osiris, pero creemos que sino es que todas las relaciones de poder se manejan así por lo menos la mayoría mundialmente al igual que las situaciones anteriores, funcionan de la misma manera.

Inclusive dentro de la misma familia, pues se ha ido interiorizando a lo largo de nuestra historia que el que tiene el dinero manda, de esa manera quien da el permiso es quien tiene los ingresos; y como estos ejemplos hay millones, lo que está muy claro es que el dinero en México significa poder; entre más dinero más poder, es la premisa de muchos de los gobernantes, magnates, investigadores y como lo vimos en la novela, hasta de los literatos. Basándonos en lo anterior, la finalidad de todo el juego sucio de Osiris Cantú, era una finalidad lucrativa.

“En México el renombre significa dinero. Gracias a Dios tenemos un gobierno que mima a los intelectuales. Fíjate en mi carrera…me gané el premio López Velarde y con el dinero di el enganche de esta casita,…conseguí una asesoría en la SEP donde me pagaban como rey por asistir a un desayuno mensual con el secretario de Educación.”

(pp.145)

Es decir, la finalidad en este aspecto es hacer ver que, aunque personas como Evaristo –que representan la justicia- existen pocas, pueden existir más; el punto es no dejarse vencer como le sucedió a Evaristo, sino luchar por lo que creemos hasta lograrlo.

El instinto sexual

Por otro aspecto, cabe mencionar que la lectura no sólo se enfoca al miedo entre los círculos de poder y los personajes, sino también al instinto sexual de los mismos.

El primero en demostrarlo es Maytorena quien, al reprimir su homosexualidad y al seguir el papel del “jefe macho”, prefiere acostarse con travestis y, para tapar sus bajos instintos, se toma muchas copas para que se atribuya esa conducta sexual al alcohol, no sin antes mencionar que se enoja cuando cuestionan su identidad sexual.

La segunda víctima es Evaristo: es un hilo conductor de la historia porque es divorciado, sólo se encuentra en actividad en el trabajo donde la presión no lo deja estar tranquilo; el estrés y la soledad son factores que determinan su conducta de evidente necesidad de sexo. En su búsqueda encuentra en el “Sherrys” a Dora Elsa quien, en solo una noche, le hace el mejor sexo de su vida; y por querer no estar solo, empieza a fantasear con ella, entonces cuando ella no le cobra el encuentro sexual que tienen, el comienza a pensar que puede darse algo hermoso: ella le devuelve la vida y luego entonces, se enamora.

El otro instinto es el de Fabiola Nava y Perla Tinoco. Fabiola, al necesitar publicar su libro de cuentos, accede a tener sexo con Tinoco, todo por interés.

A partir de lo anterior, Evaristo enfrenta un cambio muy singular, en donde podemos observar como una situación critica en nuestras vidas pueden cambiarla por completo, en este caso tenemos el caso de Evaristo el tenia una vida de excesos, no le importaba las relaciones a largo plazo, solo buscaba diversión sin limites.; más, después de una sobredosis de cocaína y de estar a punto de morir, vio que la vida no solo era todo eso que antes lo hacia feliz, ahora valoraba cada minuto de su vida, a las personas que amaba y el poder estar en libertad.

No obstante, su vida continuaba en peligro pues aún insistiría en encontrar al asesino de Roberto Lima.

Un medio de hipocresía

Después de atravesar por algunas situaciones en extremo tensas, Evaristo cavila la posibilidad de irse a los Ángeles cuando decide leer el periódico, el que tiene a la mano es la Jornada, en la sección de cultura se encuentra un desplegado de intelectuales que reclaman el esclarecimiento de el asesinato de su “camarada” Roberto lima, a través de un mensaje que compara los actos del sistema con la “GESTAPO”.

Posteriormente, al seguir revisando el periódico, encuentra algo que lo sorprende aun más: la presentación de el libro de Perla Tinoco, una acérrima rival de el difunto Lima desde que este la llamó “enana mental” y “burócrata de la cultura”, pero lo que le impresionó fue que la presentación se dio por parte de Daniel Nieto y de Pablo Segura (los más grandes amigos de Lima y que no pudo entrevistar en Gayoso) pero: ¿que harían dos amigos de un recién difunto presentando el libro de la acérrima rival de su amigo?, para averiguarlo, Evaristo decide ir a la presentación del libro.

Sube a su carro con miedo y de una manea muy cuidadosa, lo que le provoca llegar tarde; encuentra un grupo reducido, de los cuales todos están aburridos. Al finalizar el tedioso evento, se une con los antiguos amigos de Roberto; al terminar el cóctel decide ir un bar de intelectuales de poca envergadura, ahí se entera que ambos odian a Perla, pero el acto de apoyar, sirve como “diplomacia” con el fin de tener la posibilidad de obtener uno de los “premios” de los cuales Perla disponía (todos ellos de origen gubernamental) finalmente el protagonista siente asco de estos individuos al descubrir que son unos vendidos.

A la mañana siguiente, Evaristo se encuentra un mensaje de amenaza en su contestadora; se repone de su miedo y se propone ver a Fabiola, con dificultad logra una entrevista con ella, en esta entrevista el se percata que esta chica es una prostituta cultural.

Lo mismo ocurre en su encuentro con Palmira Jackson, una escritora que se dedicaba a las causas sociales y que tanto en sus libros como en sus conferencias, brinda todo su apoyo a los sectores más desprotegidos. Al conocerla, descubre que la señora sólo mostraba un gran disfraz, ya que más elitista y convenenciera no podría ser.

“La santa patrona de izquierda mexicana, la abanderada de todas las causas nobles, convertida en un velocirraptor que saca espuma por la boca” (p. 220)

Además, al igual que ocurrió en la presentación del libro, cuando tiene el encuentro con Jackson y sus compañeros escritores, Evaristo descubre un medio totalmente hipócrita: todos se tiran unos a otros a sus espaldas; es decir, entiende que en la verdadera crítica no cuenta lo que se dice en público, pues “la verdad” sólo se dice en el café, el bar, las reuniones, siempre y cuando el aludido no esté presente.

El despertar: el fin del miedo

Finalmente, después de intentar huir de la policía que lo culpaba por la muerte de su amigo, Evaristo es atrapado y condenado a sesenta años de cárcel; no le queda más remedio que resignarse y aceptar su injusta sentencia.

En esos años, el protagonista hace una reflexión de lo que ha sido su vida y en los ambientes en los que se ha envuelto. Descubre que no hay gran diferencia entre el mundo político y el literario: en ambos grupos sólo se encontrarán dos clases de hombres, “los corruptos y los corrompidos”. Además, antes iba en busca de la verdad del crimen de Roberto Lima, ahora sólo estaba en busca de la verdad conocida en el corazón de los hombres. A partir de esto, comienza a escribir un libro, ya no con la intención de hacerlo público e ir en busca de la fama, sino porque a través de su pasión por la literatura quería desahogar aquello que llevaba guardado; las letras fueron la forma de expresar a gritos lo que lo venía atormentando.

Tiempo después y por azares del destino, su libro gana un concurso en donde éste sería publicado. Es cuando viene el final que a todos sorprendería: descubre que su mejor amigo, quien menos hubiera imaginado, es el verdadero asesino de Lima.

En la plática que sostienen Evaristo y Rubén, su “mejor amigo”, este último aclara el por qué del título del libro: el hombre superior –como dice Nietzsche- no rige sus actos por la moral de la masa, se rige por su instinto animal; es libre como una fiera y puede llegar hasta el crimen para lograr lo que se propone.

Sin embargo, en esta novela todo concluye con éxito. El asesino es atrapado y Evaristo sale de la cárcel para continuar con una vida encaminada a la verdad y a la justicia.

Reflexión

El libro presenta una serie de críticas orientadas a las instituciones y sus círculos de poder, es muy evidente en el caso de la judicial, pero también se presenta esta critica a los círculos culturales, la forma despótica y arbitraria en la cual se otorgan las becas o se patrocina la publicación de un libro, como esta institución también funciona mediante “favores” y “amistades”, no mediante capacidad y calidad de el artista o el intelectual.

Los puestos gubernamentales son otorgados con un total desconocimiento del ramo, se le suelen otorgar a amigos o a gente “importante” e “influyente” (entiéndase por influencia en el hecho de salir en la foto con personajes de categoría mundial).

Hay una total descalificación a la intelectualidad a lo largo de la novela, no sólo por la forma descalificativa de las burlas que recibe Evaristo por parte de sus compañeros, descalificándolo como ser humano por leer libros y tener gusto por la poesía, sino también por la forma en la cual se describe el funcionamiento de los periódicos, llenos de negocios sucios y pocos lectores, así como de las instituciones culturales que funcionan mediante la aprobación de los círculos favorecidos por el poder, gozando una total dependencia de los círculos dominantes.

En el caso de las prostitutas y prostitutos (paro los de “criterio” amplio y habidos a experiencias nuevas) son comunes en el medio, individuos de calidad casi nula, pero que tienen una “talento” nunca relacionado, con un tal material gris; individuos que con tal de ser expuestos, publicados o elegidos en un casting son capaces de “invertir” su tiempo; esto nos lleva al punto de la mediatización del triunfo, un efecto que se ha dado después de la segunda guerra mundial (antes eras más artista pero tu obra valdría, hasta que la tierra te cubriera por cinco metros, por lo tanto eras artista por amor al arte).

Pero en la actualidad los jóvenes están habidos de poder, fama, dinero y glamour, estos individuos (o por lo menos muy pocos) no están interesados en la preparación, por lo tanto toman en el camino correcto (como se vio arriba el camino de la calidad no es el más indicado, en cuestión de que es complejo y poco practico) que es el de las relaciones publicas.

Las aspiraciones se han homogenizado en un sector que: “debería” ser muy original, muchos individuos que muy probablemente no tengan acceso a estos sitios, alguno por falta de calidad otros por falta de oportunidad.

Además, cabe mencionar la importancia del arte y la literatura en este aspecto pues, ambos se desenvuelven en un área en la que el hombre aún puede acercarse al humanismo; pero cuando el estado llega a intervenir por medio de la tentadora búsqueda de poder, el arte deja de ser una expresión humana para convertirse en un medio por el cual se ha de lograr manipular a los demás para obtener un beneficio propio.

Así es como el autor nos da a través de una probadita a forma de cucharadas de literatura, una realidad existente en México, donde los sueños y las buenas intenciones no aparecen en el menú, pero sobre todo si se puede encontrar un buffet de malas intenciones, intereses chuecos, poca profesionalidad y lo más importante para nosotros los estudiantes de ciencias sociales; la total falta de compromiso social.

No hay comentarios: